スペースアドベンチャー コブラ

Creación de Buichi Terasawa, el Súper Agente Cobra (en el título aparece en su idioma natal, el japonés) fue uno de los personajes más polémicos y celebrados de mi generación. Cabe destacar que fue el anime, dirigido por Osamu Dezaki, y no el manga de Terasawa, el que se hizo famoso. ¡Cómo lamentábamos que lo pasaran tan temprano! Por llegar a tiempo a la escuela, mis hermanos y yo no pudimos ver completos los 31 capítulos de la saga, que fueran transmitidos durante la década del ochenta por el Canal 4. Eso sí, acabaron para siempre con la ingenuidad y simpleza de los cartoons de Disney, Hanna Barbera, Looney Tunes y tantos otros. Era inconcebible, en aquellos tiempos, tanta sangre y sensualidad juntas. Para quienes crecimos creyendo que a los bebés los traía la cigüeña, o que si nos masturbábamos nos crecerían pelos en la palma de la mano o nos quedaríamos ciegos, o que hablar de sexo es de enfermos, tanta «modernidad» no se podía creer. Y sin embargo, ahí estaba.

 

Creo que la descripción que hace de él wikipedia es acertada: Cobra es un pirata espacial que, cansado de una vida cruda y llena de violencia, se vio forzado a esconderse de sus enemigos de la mafia espacial modificando su rostro con una cirugía plástica. Borra su memoria y viaja al planeta Tierra para conseguir trabajo y vivir como un empleado común durante cinco años, luego de los cuales, por accidente, se activa su memoria perdida y es descubierto por los mafiosos de la organización, viéndose obligado a regresar a la vida fugitiva hasta que logre derrotar a la mafia espacial y restaurar su vida pacífica. Buichi Terasawa se inspiró en el actor francés Jean-Paul Belmondo y los personajes de sus películas, para crear el personaje de Cobra. Sus habilidades, tanto fuerza física como poder mental y resistencia, son mayores a las de cualquier ser humano, lo que le permite sobrevivir a muchas situaciones en las que un hombre normal moriría irremediablemente. El arma fundamental de Cobra es la Psicoarma, que lleva escondida bajo un brazo falso (el izquierdo). Conectada a su cerebro, el impacto del fuego depende de su estado de ánimo (mientras está más furioso, más daño causa el fuego). Sin embargo, no todos los rivales caen de inmediato ante un poderoso disparo.

 

Hoy, gracias a nuevas versiones de la historia, como Cobra The Movie, o la versión remasterizada en DVD de toda la serie, es un lujo volverla a ver. Felizmente, ya no en el viejo televisor a blanco y negro de 20 pulgadas de mi difunto padre, sino, en mi televisor LCD conectado a mi home theater a través de un cable HDMI. Por más que uno envejezca, y se vaya poniendo más serio, es imposible olvidar aquello que por un instante, nos hizo felices. Apenas ayer, cansado de los agasajos del domingo “father’s day”, a eso de las ocho de la noche, me tiré sobre mi sillón, abrí una bolsa grande de Chizitos Chipy, destapé una botella de Fanta helada, y me puse a ver (Alena y André, en sus respectivas recámaras, ya empezaban a roncar). Me dije que lo haría por una hora, pero no paré hasta ver completos los 4 discos que me habían prestado. Hasta que dieron las dos de la mañana, y ya saben, había que trabajar. Más aún, si debía presentar un informe antes de las nueve de la mañana. Pero en ese momento, nada importaba más que volver a sentirse de 12 años de edad, y a escondidas -como otrora-, seguir –ahora sí completas y en mejores condiciones- las aventuras del Antihéroe, Cobra. Ni me costó levantarme a las siete ni dejé de cumplir con mis deberes. Y es que de los héroes, siempre se saca algo.