sábado, 21 de marzo de 2009

De blogger a blogger

 

baked_blogger Wikipedia es quizá, la enciclopedia más frecuentada por los cibernautas, y si bien siempre hay que verificar la fuente, no es raro que se la tome como última verdad. Como fuere, esta enciclopedia define al blogger como «alguien que mantiene un blog». No recurro al DRAE porque éste aún no lo incorpora, aunque no creo que pase mucho tiempo hasta que lo haga, como un anglicismo, seguramente. Entonces, no se trata de crear un blog, escribir un par de artículos o post, y ya, sino de mantenerlo. Y para mantenerlo, hay que escribir regularmente. Hoy en día, hay infinidad de foros y sitios web donde encontrar información al respecto, consejos de viejos consumados en el oficio y modelos a copiar, mil. Yo mismo empecé como jugando, luego que mi esposa me sugiriera que lo haga, hace más de un año atrás. Y no se imaginan cómo lo agradezco.

 

im not a blogger No fue fácil, he de admitir. Al principio el trazo es brusco, como en el dibujo o la pintura. Las palabras no fluyen como cuando son voz, y muchas veces renunciamos a seguir. Y es que estamos frente a una libertad absoluta de escribir sin líneas editoriales ni presiones ni encargos, escribimos por el placer de hacerlo, y ya, pero a veces, tanta libertad abruma. O es quizá, porque nos han y nos hemos acostumbrando a dejar las cosas a medias, a empezarlas con entusiasmo pero a ir dejándolas en el camino, a medio hacer. De ahí viene precisamente la definición de mediocre. No se trata de desnudar el alma, y ver qué pasa. No es así. Cuando uno escribe, es uno mismo y su personaje, una suerte de strip tease al revés, porque mientras más se escribe, más nos vamos cubriendo de fantasía, de mentiras verdaderas, de ilusión. Un blog es más que un cuaderno de bitácora o un diario. Es la posibilidad de expresarnos al mundo, y ser leídos y comentados desde cualquier lugar del planeta. De ahí que se hable la «Era del Conocimiento».

 

escritor Yo te sugeriría darle una lectura –si no relectura- a Cartas a un joven novelista, de Mario Vargas Llosa, Cartas a un joven poeta de Rainer Maria Rilke, e incluso a Cómo se hace una novela de Miguel de Unamuno, entre otros, que espero encuentres por tus propios medios. Precisamente porque son unos clásicos, y están llenos de ideas de cómo empezar el oficio de escribidor. Verás que se trata de pasión, de hacerlo desde adentro. Porque la gente lo nota, no es complicado darse cuenta de quien te falsea una historia o quien te miente con verdades, y te dice la verdad con mentiras. Porque la literatura, y esta nueva manera de escribir y ser leído es eso, realidad con fantasía y fantasía con verdad. Y mientras más escribas, mejor lo irás haciendo, aunque nunca olvides que para ser un buen escribidor, hay que ser primero un buen lector. Sin cimientos, no dura en pie por mucho tiempo un edificio. Anímate a tener una nueva forma de expresión, a ser juzgado y a veces condenado gratuitamente por extraños, pero también a recibir caricias y dar inicio a promesas de amistad. Hay un universo de posibilidades para quien se anima a pertenecer a este mundo de bloggers que crece geométricamente día a día. Pero ya ves, se trata de persistencia, de mantenerlo vivo, no de abandonarlo a la segunda semana, cuando sientas –equivocadamente- que se te secaron las ideas, y que no tienes nada más que contar. Eso sí, esa mentira ni tú mismo te la crees. Asi que manos a la obra, y como dicen en los teatros los españolitos, ¡Buena mierda!

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