Con comentarios a favor y en contra por doquier, el gobierno central declaró como días no laborables los días jueves 20, viernes 21 y sábado 22 de noviembre por desarrollarse en Lima la XIV Reunión del Foro de la APEC (Asia-Pacific Economic Cooperation), con sus respectivos 21 más altos dignatarios y demás representantes -se dice que más de tres mil, sin contar los hombres de prensa-. Como es de esperarse, la actividad comercial se redujo a su mínima expresión en las zonas logísticamente más afectadas, como fue el caso del distrito de San Borja, en donde queda ubicado el Cuartel General del Ejército, más conocido como «El Pentagonito», que hizo las veces de sede central del referido Forum que culmina hoy domingo.
Conscientes de ello, mi esposa y yo recibimos por la mañana la agradecida y salvadora invitación de una entrañable pareja de amigos -esposos ellos-, Yrina Kravchenko y Fabián Schiaffino, para pasar la tarde en su casa de San Borja, además de probar el estupendo risotto preparado por Fabián. Está demás alabar su arte culinario, pues no son pocos los que dan fe de ello, con justa razón. Su hospitalidad y don de gentes, es otro hecho por demás plausible, que quisiera en este punto relievar. Aunque el plan fue quedarnos hasta las 8 de la noche, preocupados por las extraordinarias medidas de seguridad, terminamos de despedirnos a eso de las 10:30 pm, y es que como dicen el refrán «quien mucho se despide, es porque no se quiere ir». Su natural encanto es el culpable.
Sin embargo, lo inolvidable de ayer noche, ciertamente, será el home video que editara Fabián y sus compañeros del Máster, con el título de «Que Dios nos ayude», publicado en YouTube y que pueden encontrar en el link: http://es.youtube.com/watch?v=gwWYDrsbyMM. Como él mismo lo detalla en la referida página, se trata de «improvisados raeggetoneros que opinan sobre la corrupción en el Perú». La verdad, ya había olvidado el paroxismo de corrupción, excremento, miasmas y demás asquerosidad, que ha sido la política peruana en los últimos años, pero especialmente, los 18 últimos. Las letras de la canción no dejan espacio a la interpretación y al simbolismo, pues son bastante explicitas. La suma de imágenes, históricas y vergonzosas, todavía me ponen la piel de gallina. Te invito, pues, amigo lector, a que lo veas y saques tus propias conclusiones. Eso sí, ten a mano una bolsita plástica, salvo que te des tiempo a correr al inodoro, porque el vómito está casi asegurado.
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