Cuando la creación eclipsa al creador

1.- Uno de los personajes de aventuras más famosos, es sin duda, el inteligentísimo detective inglés Sherlock Holmes, a quien las películas de  Hollywood le hacen repetir constantemente, «elemental, mi querido Watson», asintiendo al razonamiento de su fiel compañero -y narrador- de aventuras, con quien vive en el apartamento 221B de la calle Baker Street, en Londres, adonde se les presentaba de improviso un visitante, a pedirles, le resuelvan un intrincado misterio.

Mister Holmes es un personaje de ficción creado en 1887 por Sir Arthur Conan Doyle, protagonista de una serie de 4 novelas y 56 relatos de ficción, agrupados en el Canon Holmesiano publicados en su mayoría en The Strand Magazine. Tal fue su fama y acogida, que terminó por hacer perder la paciencia de su creador, y así, éste decidió matarlo. Es el escritor Juan José Millás quien profundiza este triste final: «no podemos dejar de señalar que en el último de los cuentos (...) Sherlock Holmes pierde la vida al despeñarse por la catarata de Reichenbach, en Suiza, mientras pelea con su enemigo mortal, Moriarty. La muerte del genial detective produjo en su época  un escándalo de dimensiones notables. Los editores de Doyle, y el propio Doyle, recibieron miles de cartas que iban desde el ruego al insulto. Sin embargo, Conan Doyle tardaría diez años en resucitarle y es que, en verdad, debía ser bien difícil alimentar a un ser como  Holmes, sobre todo porque estaba destinado a alcanzar mayor fama y gloria que su propio creador». Y así mismo fue, Doyle tuvo que optar por resucitar a su héroe cuando miles de lectores protestaron llevando crespones negros en el sombrero en señal de luto. Holmes reaparece en el caso La casa vacía, La reaparición de Sherlock Holmes, en 1903.

2.- Otro ejemplo interesante es el de la entrañable porteña: Mafalda. Este divertido personaje fue creado por el dibujante mendocino Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino, en 1963, y debutó el 29 de septiembre de 1964 en la revista Primera Plana. Es hasta nuestros días, fuente recurrente de grandes y chicos, por su ironía, su inteligencia, su «infantil madurez» para ver las cosas. Personajes tan inteligentes como el filósofo Juan Bautista Ferro Porcile llegaron a afirmar de ella, que era «la última filósofa del siglo XX». A su vez, el premio nobel colombiano Gabriel García Márquez ha dicho que «varias dosis de Mafalda y de 'quinoterapia' son remedios que te aproximan a la felicidad».

Pero un mal día, tenía que bajarse el telón. Y así, el 25 de junio de 1973, aparece por última vez. Estas fueron sus postreras palabras: «Dice el director que bueno, que a partir de hoy podemos darle un descanso a los lectores, pero que si alguno de nosotros se mudare, trasladare y/o apareciere en otra revista y/o diario, él a patadas nos agarrare». Aquí Quino, debió de parafrasear a la misma Mafalda, quien en una de sus apariciones concluyera: «cada vez va quedando menos qué decir». Y sí, él mismo Joaquín Lavado terminó confesando: «me costaba mucho esfuerzo no repetirme, sufría con cada entrega. Cuando uno tapa el último cuadrito de una historieta y ya sabe cuál va a ser el final es porque la cosa no va. Y por respeto los lectores y a mis personajes y por mi manera de sentir el trabajo decidí no hacerla más y seguir con el humor que nunca dejé de hacer». Como fuere, llegó a decirse que «si Quino no la hubiera matado, Mafalda misma se hubiera dado un tiro». Finalmente, como apunta Edgardo Carrillo, «es una de las tiras cómicas más conocidas en el mundo, y de la que al hablarse se cae invariablemente en el tema de la muerte de Mafalda (dicen que la mató un camión; no, dicen que murió de esta otra forma) , suceso que fue -sin duda- el nacimiento de la niña a la vida eterna». Las protestas no se dejaron esperar, cuentan que se hubo manifestaciones, con pancartas y todo, frente a la casa de Quino, para la resucitara. Nunca pasó.

3.- Aunque muy lejos de los dos casos anteriores, Lima también tiene historias que contar. La verdad, no creo que haya en el Perú, un blog más visitado que Busco Novia, del poeta y periodista limeño Renato Cisneros, cuyo nombre, hasta la aparición de su blog (http://blogs.elcomercio.com.pe/busconovia/), no se lo conocía ni en pelea de perros. Recibe aproximadamente 45,000 visitas al mes, y su penúltima entrada, que anuncia su fin, ha sido «posteada» por más de 1,300 personas. En una tierra de mezquindades, es justo reconocerle el mérito, y felicitarlo. Podrán haber entradas peruanas más visitadas (las porno de cholotube, por ejemplo), pero una a la que la gente se anime a leer de principio a fin, se involucre con la historia, y llegué a compartir sus propias historias, es otro rollo. Ahora que Renato -el de la vida real-, ha encontrado novia, la anónima «M», ha decidido matar al otro Renato -el de la vida ficticia, que narra sus amores y desamores en el blog-. Así, el mismo confiesa: «me parece poco honesto tener un blog que se llame Busco Novia cuando la búsqueda ya terminó. Vamos a esperar un tiempo a ver si la temática se va por otro lado o a ver si terminó regresando a la soltería. Que ojalá no pase». Aunque espera reencontrarse pronto con sus lectores, Renato no quiere que su próximo post, si es que hay uno, se titule "'M' me mandó a la 'M'", finaliza la nota que le hace el diario local Perú 21.