La República Popular de China (en chino simplificado, 中华人民共和国) siempre se distinguió, en sus primeras generaciones de cineastas, por películas risibles y exageradas, donde los protagonistas un poco más, y volaban por los aires como halcones. Los argumentos eran pobres, la fotografía paupérrima, las artes marciales eran el plato principal, la trama previsible y las mujeres casi siempre eran presa de lujuriosos violadores. Si bien se pueden encontrar algunas sagas épicas, nada memorables, la vanguardia en el continente amarillo la llevaba Japón, y en particular, el afamado y recordado Akira Kurosawa (RIP).
Esta situación ha cambiado drásticamente. Son los chinos, ahora, quienes ponen la pauta en el género, y exponen al mundo un cine épico imposible de dejar pasar. Con temor a equivocarme, creo que el punto de quiebre empezó con la película Crouching Tiger, Hidden Dragon, protagonizada por Chow Yun Fat, Michelle Yeoh y Zhang Ziyi. El año 2000 obtuvo 4 premios Oscar de la Academia, de 10 nominaciones a la misma dorada estatuilla. Fue considerada por la crítica occidental, como una de las grandes películas hechas hasta la actualidad. Yo la vi por primera vez en un multicine de Los Angeles, y la verdad, me gustó mucho, además, el soundtrack de la película es altamente recomendable (una de las primeras cosas que hice, después de verla, fue comprarme el DVD y el CD en el Walmart más cercano). Luego vendrían, confirmando esta creciente tendencia cualitativa, grandes producciones como Hero, protagonizada por Jet Li, Tony Leung Chiu-Wai, Maggie Cheung Man-Yuk, Zang Ziyi, Chen Dao Ming; Warlords, en la que actúan Jet Li, Andy Lau, Takeshi Kaneshiro, Jinglei Xu; El Mito, con un reparto conformado por Jackie Chan, Kim Hee-Sum, Tony Leung Chiu-Wai, Mallika Sherawat; The Promise, con actores como Hiroyuki Sanada, Jang Dong-Gun y Cecilia Cheung; La Casa de las Dagas Voladoras, en la que participan Takeshi Kaneshiro, Andy Lau Tak Wah, Zang Ziyi, Song Dandan; y para no hacer muy extensa la lista, La Maldición de la Flor Dorada, que cuenta con Liu Ye, Chen Jin, Chow Yu Fat, Jay Chou, Gong Li. Ahora, sólo estamos hablando de cine épico, porque en otros géneros, la oferta es también numerosa.
Yo soy un confeso aficionado -por no decir vicioso- del cine épico, independientemente de su origen. Pero no se puede pecar de mezquino, y no reconocer el salto en cuanto a calidad de los productores y directores chinos. Su arte escénico es milenario, por lo que no me sorprende el encontrarme con estupendas caracterizaciones. Es interesante e indicativo, que en la actualidad, muchas escuelas de postgrado de cine, sea el nuevo cine chino, sobretodo la quinta y sexta generación, materia de estudio y de tesis de investigación. Bien dice Fernanda Solorzano, en un artículo publicado en Letras Libres: "La historia del cine chino es indisociable de la historia reciente de China. Cada generación de cineastas se replantea la relación entre estética y política. Las conclusiones de los directores más jóvenes son apabullantes: si algo caracteriza a la sociedad china de hoy, son los sentimientos de soledad y alienación". El arte, incluido el cine, no escapa de ser un reflejo de su tiempo, de su sociedad.
Como es de suponer, la oferta de películas chinas es abundante, y no todas serán del agrado de quien por primera vez, se sumerge en el cine chino. La mayoría de neófitos las considera monotemáticas, surealistas, aburridas, porque escoge la primera que ve en un mostrador, sin documentarse. Y esa, es una falta grave para su tiempo, y sus bolsillos. Antes de comprar una película, anoten los títulos que se ofrecen, y luego revisen alguna reseña en el internet. Así de sencillo. Las que yo he señalado no tienen pierde, aunque una es más heavy que la otra. Vayan con calma, que Roma no se hizo en un día. Si después de haber visto todas ellas, y no se consideran fanáticos del nuevo cine épico chino, el problema no lo tienen las películas, sino, de quien las ve por ver.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario